Por Luis Martínez Alcántara
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, alcanzaron un acuerdo para pausar durante un mes la imposición de aranceles del 25% a productos mexicanos.
Este entendimiento busca dar espacio a negociaciones que aborden temas comerciales y de seguridad entre ambas naciones. Esta medida ha sido aplaudida por sectores empresariales de ambos países, quienes consideran que permitirá estabilizar las cadenas de suministro afectadas por las tensiones comerciales recientes.
Como parte del acuerdo, México desplegará 10,000 elementos de la Guardia Nacional en la frontera norte. Este refuerzo tiene como objetivo principal combatir el tráfico de drogas, especialmente el fentanilo, y reducir la migración ilegal hacia Estados Unidos. La implementación de este operativo ha sido descrita como un paso crucial para garantizar la seguridad en la región y mitigar la crisis humanitaria en la frontera.
Además, ambos países establecerán mesas de trabajo de alto nivel en materia de seguridad y comercio. Estas mesas buscarán fortalecer la cooperación bilateral y encontrar soluciones conjuntas a desafíos comunes en estas áreas. Entre los temas prioritarios se incluyen mejorar la infraestructura fronteriza y agilizar el comercio legal, acciones que tendrán un impacto positivo en la relación económica.
Un componente clave del acuerdo es el compromiso de Estados Unidos de trabajar conjuntamente con México para frenar el tráfico ilegal de armas hacia territorio mexicano. Este esfuerzo busca reducir el flujo de armas de alto poder que alimentan la violencia en México. La administración de Sheinbaum ha enfatizado que abordar esta problemática es indispensable para garantizar la paz y seguridad de los ciudadanos.
De manera complementaria, Sheinbaum y Trump acordaron realizar reuniones trimestrales entre sus equipos de seguridad para evaluar los avances de los compromisos establecidos. Estas reuniones permitirán ajustar las estrategias y asegurar el cumplimiento de las metas compartidas. Este enfoque práctico refleja una intención real de ambas naciones por construir una relación más fuerte y productiva.
