Estados Unidos retira visa a más de 50 funcionarios mexicanos

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Por Redacción:

Ciudad de México, 15 de octubre de 2025. En un movimiento diplomático de alto impacto, el gobierno de Estados Unidos revocó las visas de al menos 50 políticos y funcionarios mexicanos como parte de su estrategia ampliada contra los cárteles de la droga y sus presuntos aliados en el poder, según reveló ayer un informe exclusivo de Reuters basado en fuentes mexicanas. La medida, impulsada por la administración del presidente Donald Trump, golpea principalmente a miembros del partido gobernante Morena, pero también a figuras de otras fuerzas políticas, generando un terremoto de confusión y temor en la élite política de México, donde muchos evitan hablar públicamente por el estigma que conlleva.

La acción, confirmada por dos altos funcionarios mexicanos y un portavoz del Departamento de Estado, marca una escalada sin precedentes en la guerra antinarcóticos bilateral, al incluir a políticos en activo que tradicionalmente se consideraban intocables por su sensibilidad diplomática. “Las visas, incluidas las de funcionarios extranjeros, pueden ser revocadas en cualquier momento por actividades contrarias al interés nacional de Estados Unidos”, declaró un alto funcionario del Departamento de Estado a Reuters, aludiendo a nexos con el tráfico de drogas, corrupción o apoyo a la inmigración ilegal. Un político mexicano senior precisó que más de 50 miembros de Morena —el partido de la presidenta Claudia Sheinbaum— han sido afectados, junto con decenas de otros de partidos como el PAN y el PRI, aunque solo cuatro casos han sido públicos hasta ahora, como el de la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda.

El anuncio, filtrado el 14 de octubre en medios como The Guardian y The Independent, ha sembrado pánico en los círculos de poder: fuentes mexicanas revelaron que Washington se niega a explicar las revocaciones individuales, lo que genera sospechas de investigaciones criminales en curso por parte de la DEA o el FBI. “Esto no es solo una sanción; es una advertencia de que nadie está a salvo si hay vínculos con los cárteles”, comentó Roberta Jacobson, exembajadora de EE.UU. en México (2016-2018), quien recordó que en su gestión tales revocaciones solo ocurrían por condenas o procesos abiertos. John Feeley, exembajador en Panamá, añadió que nunca vio algo similar en su mandato, subrayando la rareza de la medida en diplomacia cotidiana.

La iniciativa forma parte de una ofensiva regional más amplia bajo Trump, que ya ha cancelado visas a más de 20 jueces y funcionarios en Brasil, 14 en Costa Rica —incluyendo al expresidente y Nobel de la Paz Óscar Arias— y al presidente colombiano Gustavo Petro el mes pasado. En México, el foco recae en la “abstencionista” estrategia antinarcóticos de Sheinbaum, quien ha rechazado la intervención de tropas estadounidenses pese a presiones de Trump durante su reciente gira por Oriente Medio. “Miramos hacia adelante para avanzar en nuestra relación bilateral”, matizó el Departamento de Estado, pero analistas como Christopher Landau —exembajador en México apodado “El Quitavisas”— ven en esto un intento de forzar investigaciones locales contra sospechosos, bajo amenaza de más sanciones.

En Palacio Nacional, la presidenta Sheinbaum no abordó directamente el tema en su conferencia matutina de hoy, pero reiteró su compromiso con la “soberanía” y la cooperación “respetuosa” contra el narco, al anunciar un reforzamiento de la Guardia Nacional en la frontera. Fuentes de Morena, en off the record, describen “ira contenida” en las filas del partido, con legisladores como Ricardo Monreal consultando urgentemente a abogados para apelar las revocaciones, que impiden viajes a EE.UU. para turismo, negocios o familia. La oposición, por su parte, ha sido cauta: el PAN emitió un comunicado genérico pidiendo “transparencia”, mientras el PRI advierte de un “golpe a la estabilidad bilateral”.

El Colegio de Abogados de México y organizaciones como México Evalúa han calificado la medida como “un arma de doble filo”: presiona contra la corrupción —que permea el 30% de los gobiernos locales según Transparencia Internacional—, pero podría erosionar la confianza en la cooperación, como en el Tratado de Libre Comercio o la migración. “Es una humillación pública que podría aislar a México en lugar de unirnos contra el fentanilo”, opinó un analista en El Financiero. Mientras, en redes sociales, el hashtag #VisasRevocadas acumula miles de menciones, con memes que ironizan sobre “diplomacia trumpiana” y llamados a una “limpieza interna”.

Esta revocación masiva, la más extensa desde la era de Calderón, subraya la tensión en la relación México-EE.UU., donde el narco genera 100 mil muertes anuales en ambos lados. Si bien Trump la presenta como “éxito en la guerra contra las drogas”, expertos temen represalias o un enfriamiento que beneficie a los cárteles. En un México polarizado, esta “lista negra” invisible podría ser el catalizador de reformas o el detonante de un nuevo capítulo de desconfianza transfronteriza.